Fernando Herranz Gómez

“En Bizkaia vivimos fundamentalmente del acero porque, por muchos hoteles e industrias turísticas que se hayan montado, nuestra actividad principal es la del metal y hay mucha cota de mercado. Además, en el sector de la soldadura sueldos y convenios son mejores que en otros”.  

Fernando Herranz Gómez, 25 años como docente en el CFO

El pasado 20 de noviembre de 2024 se le hizo un reconocimiento en el marco de la fiesta de Don Diego, dado que, Fernando Herranz Gómez atesora ya más de un cuarto de siglo como docente en el Centro Formativo Otxarkoaga. Se formó en Elorrieta y tras cursar FP1 y FP2 empezó a trabajar como profesor.

Aún con más de dos décadas a sus espaldas formando a sus alumnos Fernando no deja de transmitir entusiasmo, no le falta el humor, pero es consciente de que los años pasan para todos…Y muy rápido: “Te puedo decir que fui el más listo de mi promoción porque en el quinto curso, el año que más aprendí, ¡estaba yo solo en clase!, con sus ventajas e inconvenientes. Se matriculaban muchos chavales, pero iban abandonando los estudios…”.

Él no dejó los dejó, sino más bien todo lo contrario, porque cuando ya estaba trabajando cursó FP3 y se acercó incluso al mundo de la Ingeniería; pero confiesa que ya no resultaba sencillo compaginar una carrera universitaria superior con un trabajo. Hoy se percata de cómo pasa el tiempo, sobre todo, cuando mira las fichas que conserva de los alumnos a los que ha formado durante todos estos años.

Fernando me recibió en el taller, – “en el que estamos todo el día”-, un espacio en el que se ubican tanto la maquinaria pesada como la más constructiva y en el que también está la que denomina “la joya de la corona”, que es la que corta en chapa los dibujos que previamente diseñan por ordenador y cuyas pautas y planos proporciona él. “Los chavales dibujan, diseñan y luego cortan y ejecutan. Aquí preparamos el material y luego lo montamos”.

Imparte Ciclo Formativo de Calderería, tiene una veintena de alumnos en primero y 19 en segundo, la mayoría de ellos tienen 17 años, aunque este curso hay alguno que pasa de los cuarenta.
Imparte Ciclo Formativo de Calderería, tiene una veintena de alumnos en primero y 19 en segundo, la mayoría de ellos tienen 17 años, aunque este curso hay alguno que pasa de los cuarenta.

¿Y son todo chicos? ¿Qué pasa con las chicas?

Pues este año tenemos dos chicas, pero esa es la batalla gorda que tenemos porque ¡mira que yo lo he intentado, pero no hay manera! ¡Cuesta mucho enganchar a las chicas de 16 años para que se metan en este campo…Suelo tener más suerte con mujeres de más de veinte años que ya han aprendido lo que es peluquería, hostelería, limpieza y piensan que puede estar bien aprender otra cosa…Y no nos engañemos, en el sector de la soldadura, del metal los convenios y los sueldos suelen ser mejores que en otros sectores como limpieza, hostelería o servicios..

La casualidad hizo que, en el transcurso de la entrevista, durante la que íbamos paseando por el taller, apareciera Esther, que con 17 años es una de las dos alumnas con las que Fernando cuenta este curso en sus clases y a la que le gusta lo que está aprendiendo: “Me matriculé en Soldadura y me parece que está muy bien. Básicamente aprendo lo que es soldar y también a hacer piezas. Me animé porque el año pasado, concretamente los miércoles, siempre se hacen días de taller y subimos aquí, me enseñaron a soldar y me gustó”.

Es, lo que te decía, que atraer a chicas nos cuesta mucho. Hay otra alumna más…Y, además, al empresario del sector metal no le importa si es chico o chica mientras se saque el trabajo. No tiene ese prejuicio que igual se tiene más en la construcción, pero, aun así, ¡no conseguimos atraer a las chicas! Hasta he hecho campañas para que se animen e incluso en verano suelo organizar una jornada para que se acerquen a la Soldadura. Invito a mujeres a que vengan a practicar… Y vienen y están contentas, pero muchas tienen ya otro trabajo… Me vienen las mujeres más mayores y me dicen que esto para su hija o su nieta estaría muy bien… ¡Pero, lo que me hace falta es que me vengan la hija o la nieta! Y eso ya cuesta más…

Seguimos con el recorrido por el taller y en un cartel se puede leer: -Sólo residuos metálicos: chatarra

¿Y esto lo transformáis?

Esto son piezas que hemos hecho ya. Piezas o ejercicios que hemos hecho ya…Aquí les enseñamos a soldar, a montar, a construir para luego trabajar el sector naval, de tuberías

¿Y a dónde van los alumnos cuando terminan aquí?

¿Dónde van los alumnos? Pues mira, hay que señalar una cosa y es que en Bizkaia vivimos fundamentalmente del acero. Por muchos hoteles que tengamos y nuevas industrias turísticas que se hayan montado, aun la actividad principal es la industria metálica, el metal y aquí todavía hay mucha cota de mercado en estos sectores. Hay un montón de empresas que tienen soldadores ¡montones de ellas!

 

Entiendo que es una profesión muy demandada en estos momentos…

Mucho, porque mientras siga habiendo empresas les harán falta este tipo de trabajadores y obviamente hay mercado para ello ¡hay nicho de trabajo!

Entonces ¿qué es lo que pasa? ¿Por qué no se engancha?

– Incluso la población autóctona, tampoco… Quizá prefieren oficios más novedosos o renombrados… ¡yo qué sé! Pues, por ejemplo…monitor deportivo de especialidad cuántica…y resulta que vas a trabajar en un gimnasio…O programador digital de no sé qué…y vas a andar con cables…

Pero queda muy bonito dicho así…

Eso es. Queda muy bonito…Y al final, todavía enganchamos a un sector extranjero, pero, el color de este buzo ya es muy arcaico… ¡muy antiguo y parece que ya no mola tanto!

Pues igual también es cuestión de cambiar la imagen…

Cuando me refiero al buzo me refiero también al nombre de la profesión…soldador calderero…suena como a viejo…

Pero tienes el cupo de alumnado cubierto, ¿no?

Sí, actualmente lo tenemos cubierto, con altos y bajos en matriculación, pero tenemos un grupo de más de veinte alumnos …

¿Qué balance haces de los años que llevas?

¡Que cómo pasan los años! Eso es lo que más me ha chocado…Como dato curioso, te diré que, cuando empecé, ese primer año hubo elecciones sindicales y me tocó estar en la mesa como el representante más joven, y ahora casi podría ser el más viejo…Ese tipo de fechas cambian en tu vida y cuando empecé… ¡cómo era el taller!, ¡cómo era todo! y es un poco el repaso de tu vida…Te has hecho viejo, han pasado los años… Como docente el balance es muy positivo, porque este trabajo es un chollo. Se cobra bien y se tienen muchas vacaciones…Yo trabajé antes en astilleros y de trabajar allí 8 horas a estar aquí… ¡Esto es la gloria!

¿Siempre has querido dedicarte a esto?

No te creas, porque yo hice la FP como mis chavales, empecé en un colegio parecido a este, en Elorrieta… Cuando aquello era muy jovencito, no sabía muy bien qué era soldadura ni calderería ¡no tenía ni idea!…

– ¿Y hoy están más claros los conceptos?

No. Igual, igual, porque hasta que no van al mundo laboral y ven realmente cosas buenas y malas, no lo tienen muy claro. A fin de cuentas, por mucho que intentemos aproximarnos con un formato taller como este al mundo real siempre hay una diferencia…

¿Que te aporta el alumno?

Juventud…Estar con jóvenes te supone que no te vuelves tan viejuno, se pegan comportamientos juveniles que, igual con otra franja de edad, ya los hubiese ido aparcando, olvidando…

¿Y cómo crees que te percibe el alumno?

A mí, serio…Generalmente les impongo mucho a mis alumnos, igual por mi carácter. Yo creo que me tienen respeto. También ven que me vuelco mucho con ellos, soy muy trabajador y me ven serio, pero con respeto. El ambiento que tengo es muy bueno, de hecho, me saludan todos o casi todos por la calle y hasta se acercan a saludarme.

Esos detalles son importantes. O sea que serio sí, pero hueso, no…

Evidentemente es importante. Puede que el primer año igual sí me ven más hueso, pero el segundo año cuando ven que les he hecho una formación creo que me ven de otra manera. Y cuando acaban, el ambiente o la relación que tenemos alumno-profesor, yo creo que es bastante buena. También habría que pregustárselo a ellos.

¿Qué perfil tiene tu alumnado? ¿Más autóctono, más de fuera?

Generalmente autóctono, aunque en los últimos años hemos visto que ha habido una evolución mayor de chavales de fuera ¡Ojo! Porque el de fuera ya es muy “entrecomillas” …. Me pasó con un alumno que se llamaba Abdelahá Mohamed, no sé qué más…y le pregunté a ver en qué parte de Marruecos había nacido … y me contestó que ¡en Vitoria! Y es verdad que ya se ven más ese tipo de cosas, que autóctonos son también latinos y marroquíes. Por ejemplo, la FP básica tiene muchos menas y en FP grado medio ya no porque deben tener el graduado, la ESO y eso ya no es tan fácil. Por consiguiente, que vengan a mi ciclo alumnos marroquíes es más difícil. De los veinte alumnos que tengo este año hay tres marroquíes y tres latinos; el resto son de aquí, de apellido vasco.

¿Como percibes que vienen los chavales al grado ¿saben qué van a hacer realmente, vienen rebotados…?

Como siempre hay mucha disparidad; alguno viene rebotado, alguno viene con más edad, con más interés, a alguno le apremia la necesidad de sacar el título y otros vienen porque les han mandado en casa…

¿Y eso es bueno o es malo? ¿Crees que consigues entusiasmarles?

Generalmente sí, pero no nos engañemos, yo sé que de 22 alumnos que han empezado, antes del lunes uno o dos se van a dar de baja y voy a acabar el curso con 17 o 18 alumnos. Ha habido años que menos, otros que más…

¿Qué pasa con los que caen o lo dejan? ¿No vuelven?

No, no vuelven o se matriculan en otra cosa o empiezan a trabajar y generalmente se pierde el contacto. Pero, los que terminan conmigo tienen lo que se llama las prácticas de empresa y entonces van a estar tres meses en un taller. Ahí todavía no hay una desvinculación porque les hacemos un seguimiento. Es verdad que cuando ya terminan del todo, sí hay una desvinculación. Y si, por ejemplo, una empresa nos llama nos pide algún alumno, tiramos de listado de alumnos y les decimos que hay una empresa que le llama…

¿Y hasta la fecha cómo está siendo esa experiencia? ¿Cómo se comportan los chavales cuando van a hacer las prácticas? porque me imagino que es como salir del nido en el que están arropados por ti…

Bueno, cuando van a los talleres aquí hay dos facetas: una, que es muy sorprendente, porque en ocasiones, los que han sido más “golfos” aquí, ha habido veces que en las prácticas nos han sorprendido para bien. Y también, la contraria: que el que aquí era un fenómeno, en ese ambiente laboral o “por h o por b”, no ha funcionado, bien por la empresa, por el encargado o por la persona o por lo que sea…

¿Qué pasa entonces? ¿Vuelven a la escuela?

No, no no…Le tenemos que buscar otra empresa y si en esa empresa tiene también un resultado negativo, habría suspendido una parte de las prácticas. Tendría que repetir otro año o lo que sea… Pero, generalmente, el 90% de las prácticas de empresa son positivas. Rara vez hemos tenido que quitar algún alumno de aquí o algún jaleo. Rara vez, pero son muchas las causas que influyen en el buen resultado de esas prácticas y controlar todas es imposible.

¿Tienes muchos de los denominados casos de éxito?

Muchos, pero aquí el concepto de montar su propia empresa…quizá en otro sector es más fácil, pero en el mundo del metal montar tu empresa no es fácil. Lo idóneo es entrar a trabajar en una empresa … ¿Resultados positivos? Pues mira, está el Grupo Velatia, Ormazabal y Cía., que es una empresa con casi 500 operarios y en la que un 15 o 20 por ciento de la plantilla son alumnos nuestros y un jefe de taller también fue alumno nuestro

¿Y cómo te sientes con esas cosas?

De nuevo… ¡viejo!… Hace ilusión, pero empiezas a recordar y a ver cómo pasan los años… Y, como conservo digitalmente todas las fichas de los últimos veinte años, de vez en cuando, me da por mirar el listado de alumnos… Y ¡qué recuerdos! Han pasado años… y yo ya estoy empezando a pensar en la jubilación.

¡Claro, los años pasan para todos … Pero… ¿qué esperas hacer hasta ese momento… ¿Hay algo que quieras cambiar, hacer en tu día a día como profesor? Aparte de que vengan más chicas, que eso ya nos ha quedado claro…

No… Bueno, sí tengo una pequeña espina…Yo empecé a trabajar mucho con Lanbide, empecé dando cursos del INEM etc.. Y tengo esa espina, que me gustaba ese tipo de formación, esa formación a personas paradas, y había un ambiente de lo más variopinto… Me gustaría volver ahí…Pero es por la tarde y está todo peor. Ha cambiado mucho el Lanbide en el que yo empecé…Ha cambiado mucho la formación para parados…Y me hubiera gustado tener un taller mejor, más grande, con mejores máquinas, más actualizadas y modernas… Al director siempre le voy a pedir y pedir, siempre le estoy pidiendo máquinas…Un taller de más espacio, mejor habilitado y más organizado…eso sí me hubiese gustado, con una mejor distribución de las cabinas, vestuarios más grandes, máquinas concretas fijas… ¡Es que yo soy muy organizado! Pero sí podemos presumir porque de los seis talleres que tiene la Escuela… ¡Este es el más organizado de todos!

Felicidades por tus 25 años…

Se van perdiendo un poco las fuerzas…ya, ni chillo a los chavales… ¿Y dicen que la juventud ha cambiado? ¡Eso es mentira! … yo veo a los chavales iguales a como era yo en su momento y fíjate que han pasado 25 años, pero los he visto con las mismas ilusiones, expectativas…

¿Qué mensaje te gustaría trasmitir a tu alumnado?

Que estudien, que sigan formándose… ¡Que les va a hacer falta!